domingo, 13 de noviembre de 2011

Reflejo

Él vivía dentro del espejo del baño, y se asomaba raudo a verme cuando yo entraba. Parecía buena gente aunque aún no lo tenía claro. Casi siempre iba desaliñado y a veces ojerizo. Nunca me dijo nada, pero yo sabía cuando estaba feliz. Unas veces se lavaba y se despeinaba el pelo igual que yo. Otras salía de la ducha empapado y apenas se secaba. Le encantaba hacer posturitas y muecas. Un día se le frunció el ceño. Y lloro. Rompió el espejo y no le he vuelto a ver. Una lastima, creo que era un buen tipo.





Un breve texto de incio al lugar donde daré forma a mis pensamientos, un lugar donde poder expresarme, espero, sin miedo a la censura. Recuerda siempre que nadie te obliga a leer mis aburridas historias, y aunque eres libre de discutirlas, de criticarlas, ha de hacerse con respeto.

Aún escribo estas líneas sin saber que resultado tendrá este experimento, ni que tipo de textos escribiré aqui; unicamente se que escribiré cuando me sienta movido a ello y cuando mi cabeza esté despejada. Al que le gusten mis escritos no puedo sino agradecerle su visita, y al que no le gusten pensaré que seguramente pueda aportar algo positivo para crear algo mejor.

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